El actor mexicano Tenoch Huerta, debía dar ayer una conferencia magistral sobre los retos de los actores nacionales en cine global, pero torno a algo mejor: una plática entre Tenoch y los asistentes.

La charla se olvidó de las formalidades y el actor de Güeros pudo explicar de mejor manera sus procesos mentales para actuar, sus filias y sus fobias, incluso de las situaciones políticas, económicas y sociales que infieren en el cine. (Titulo 1)

Sentado frente a todos, apenas una silla en todo el escenario, fijaba la mirada a quien lo cuestionaba. Explicaba que su vida no se metía con su arte, que eran las vivencias las que le servían. Explicaba que no, que el cine mexicano no es un género y que en México hay una poderosa industria cinematográfica que es realmente apreciada en otros países.

Durante la conferencia no dejo de mencionar su ego, como si quisiera que nos diéramos cuenta pues a simple vista no se notaba. No se notaba en este hombre de saludos cordiales y hasta amistosos, que quiso olvidarse de los protocolos y las distancias para lograr en la conferencia algo más íntimo. Pero tenia ego, por eso era artista, por eso había dejado el periodismo; no quería ser el quien hablara de los demás, quería que hablaran de él los demás.

Sobre la situación del actor mexicano en el cine mundial, la ve con optimismo aunque no en las mejores circunstancias. Dice que el mundo voltea a ver a México porque hay directores y actores que están haciendo muy buen cine. A esto le suma que el consumo que tienen los latinos de cine es muy grande y había que llegarles poniendo a los actores que representen a los latinos. Sobre el cine que se hace actualmente, dice que se hacen muchas películas que son muy premiadas pero nadie las ve, y el trabajo se aprecia más en el extranjero, “de pronto México se encontró con esta joya bellísima pero nadie la puede ver”.


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