Dentro de la ciudad de Toluca se encuentra la «pastelería el Pollito»; la cual para muchos mexiquenses forma parte de su historia. Establecida desde 1973 ha crecido junto con la ciudad. Con más de 40 años vendiendo pasteles, recuerdos, anécdotas y sonrisas, este lugar se ha colocado en la capital como uno de los lugares más tradicionales y emblemáticos. Pero antes de ser reconocida como lo es en la actualidad, hay una historia muy curiosa detrás de este lugar.

Chef Hilda Velázquez Cantú

 

En entrevista con la chef, Hilda Velázquez Cantú; nos reveló la historia detrás de la formación de la pastelería. Este negocio familiar empezó como una pollería, así es la gente compraba huevos, pollo y en ocasiones verdura. Sin embargo los huevos eran abundantes y no tenían idea de que hacer con ellos, así fue como la madre de Hilda decidió hacer un poco de pan. Empezaron a vender unos panquecitos de naranja y empanadas de piña y fresa; para la sorpresa de la familia se vendían muy bien.

Así poco a poco la gente empezó a solicitar cada vez más el delicioso pan de «el pollito»; hasta que un día llegó un cliente pidiendo un pastel de bodas. Por supuesto este reto fue el que marco a la pollería y le abrió un camino más amplio a la pastelería. Decidieron dar fin a la pollería y continuar solamente con la repostería, una decisión valiente para la familia mas ahora se ve que ha rendido frutos.

Chef Hilda Velázquez Cantú con su sobrino Miguel Flores, chocolatero de la pastelería.

 

Este negocio familiar se ha expandido con paso firme y temeroso, nunca perdiendo su esencia. Su sabor casero se conforma por las historias de los clientes, de la familia, sobre todo de la ciudad. No olviden que en cada rincón de la capital puede haber un tesoro escondido como lo es «el pollito», todo es cuestión de saber buscar.


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