Creemos que la iglesia cristiana debe influenciar también a la sociedad donde se desarrolla fuera de sus muros y no solamente dentro de ellos.
Esto para cumplir el propósito que el Señor Jesucristo nos dejó en la Gran Comisión (Mateo 28:18-20).
Anhelamos pues, ser una parte activa de esta Gran Comisión a través de la predicación del evangelio de la gracia de Dios, el discipulado y las misiones mundiales.
Estamos convencidos que una de las principales necesidades del liderazgo espiritual actual es una mejor preparación teológica, por lo que dedicamos la mayor parte de nuestro tiempo en preparar a esta futura clase de líderes del reino de Dios.
Oramos que Vida Nueva para el Mundo pueda siempre ser dirigida por el Espíritu Santo, luchando y avanzando el reino de Dios en todo lugar, derribando fortalezas espirituales que se oponen al conocimiento de Dios, ofreciendo una esperanza viva a millones de personas que viven en tinieblas, respuestas a los principales problemas de la vida y extendiendo el amor de Dios a los necesitados y quebrantados de corazón.
Podemos ver así, a una nueva generación de valientes soldados del reino de Dios y llenos del Espíritu Santo para presentar defensa de nuestra fe y arrebatar las almas del enemigo.