La nueva normalidad, ¿Cómo enfrentarla?

 

Lo peor ya pasó

Hace más de 3 meses que los ciudadanos mexicanos entramos en estricta ley de confinamiento. Desde entonces hasta la fecha hemos evitado en la medida de lo posible  realizar actividades no esenciales. Los negocios cerraron temporalmente, o bien cambiaron su modalidad de servicio. Las escuelas suspendieron actividades y los alumnos se han tenido que adaptar a tomar clases en línea. Las empresas han turnado la asistencia de sus empleados y muchas otras optaron por recurrir al homeoffice. Las actividades más comunes y corrientes dejaron de realizarse de la manera en la que las conocíamos. La vida transcurre entre 4 paredes, testigos del intento de comunicación y convivencia social restringida, casi exclusivamente, a los medios digitales. Hace poco más de 3 meses que nos adaptamos, sin saberlo, a una nueva forma de interacción y de supervivencia y hemos esperado con ansias la nueva normalidad.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Un anuncio

La noticia esperada comenzó a circular, y con ella una actitud de expectativa. Las tiendas y negocios locales que sobrevivieron a la dura crisis económica, abren con entusiasmo sus puertas, en espera de los clientes que poco a poco aparecen. Los parques reciben con tiento a aquellas familias que se reúnen por primera vez desde hace tiempo. Los autos transitan nuevamente las avenidas y las calles son pobladas poco a poco por ciudadanos deseosos por contrarrestar las pérdidas laborales y económicas.

Salimos, ya sea temerosos o impávidos, a hacer lo que hace tiempo no hacíamos. Pasar un buen rato, distraerse, trabajar o en su defecto buscar un nuevo empleo. Salimos simplemente por el hecho de salir, porque desde hace unos días volvió ser una decisión propia.

Llamado a la responsabilidad individual

Sí. La nueva normalidad está próxima, está sucediendo. Trae consigo una serie de responsabilidades que todos tenemos el deber de seguir.

El éxito de las estrategias tomadas para la restauración económica y de actividades cotidianas dependerá del respeto por aplicar religiosamente las medidas higiénicas y preventivas.

Nos encontramos en busca de la reactivación económica, de una reapertura eficiente, de la reconstrucción de nuestro país, sus familias y su gente.

Disposición de las autoridades

Frente a la nueva normalidad el gobierno establece sanciones para evitar el incumplimiento deliberado por parte de los ciudadanos y negocios que no cumplan con las disposiciones sanitarias

Depende de todos

La experiencia no es lo que te sucede sino lo que haces con lo que te sucede, Aldous Huxley.

Aprender, pues, de la experiencia que hemos tenido que pasar como sociedad, dependerá en gran medida del interés que tengamos por dejar atrás los hábitos que nos perjudican y de encarar con responsabilidad las nuevas exigencias que conlleva salir adelante.

Hablemos no sólo de responsabilidad sino de compromiso social, de cambios en nuestros hábitos y nuestras concepciones.

Todos conocimos o experimentamos en carne propia el dolor y la angustia de encarar frente a frente el virus responsable de miles de muertes, con rostro y con nombre. La nueva normalidad nos exhorta a dar sentido con nuestras acciones.

 

¡Recuerda quedarte en casa de no ser necesario salir y usar siempre tu cubrebocas!


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